Frutas y verduras de temporada en agosto: Puro sabor de verano

Consumir frutas y verduras de temporada tiene múltiples beneficios, entre los que se incluyen frescura y sabor, más nutrientes, diversidad en la dieta, sostenibilidad y economía.

Frescura y sabor: Los productos de temporada son generalmente recolectados en su punto máximo de madurez, lo que significa que tendrán un sabor y una textura mucho mejores en comparación con los alimentos fuera de temporada que suelen ser recolectados antes y transportados a largas distancias.

Más nutrientes: Al ser recolectados en su punto de madurez, las frutas y verduras de temporada suelen tener un mayor contenido de nutrientes. Esto se debe a que han tenido más tiempo para desarrollar y absorber vitaminas y minerales del suelo.

Diversidad en la dieta: Al variar nuestros alimentos con las estaciones, incorporamos una gama más amplia de nutrientes en nuestra dieta. Cada fruta y verdura tiene su propio perfil nutricional, por lo que cuanto más variado sea nuestro consumo, más equilibrada será nuestra ingesta de nutrientes.

Sostenibilidad: Al consumir productos de temporada, apoyamos a los productores locales y contribuimos a reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos a largas distancias. Además, los productos de temporada suelen requerir menos recursos para su cultivo, ya que están adaptados a las condiciones climáticas locales.

Economía: En términos económicos, los productos de temporada suelen ser más asequibles. Cuando hay abundancia de un producto, los precios suelen bajar, por lo que comprar frutas y verduras de temporada puede ayudarte a ahorrar dinero.

Determinar si una fruta o verdura está en su punto óptimo puede variar dependiendo del tipo de alimento, pero hay algunas pistas generales que puedes buscar color, textura, olor, peso y prueba del tallo.

Color: Las frutas y verduras suelen alcanzar su color pleno cuando están maduras. Por ejemplo, un plátano verde no está maduro, pero se vuelve amarillo a medida que madura.

Textura: Muchas frutas y verduras cambian su textura a medida que maduran. Los aguacates y los melocotones, por ejemplo, suelen volverse más suaves a medida que maduran. Sin embargo, debes tener cuidado, ya que una textura demasiado blanda puede indicar que la fruta o verdura está demasiado madura.

Olor: Muchas frutas desprenden un aroma dulce cuando están maduras. Si acercas la fruta a tu nariz y huele a como esperas que sepa, es probable que esté madura.

Peso: Algunas frutas y verduras, como los melones y los cítricos, deben sentirse pesados para su tamaño. Esto es una indicación de que están llenos de jugo y, por lo tanto, maduros.

Prueba del tallo: En algunas frutas como las manzanas y las peras, puedes comprobar su madurez observando el área alrededor del tallo. Si el área del tallo cede ligeramente a la presión, la fruta está madura.